Durante el último tiempo se ha trabajado acerca de cómo las emociones positivas aumentan el campo de pensamiento a través de respuestas más creativas y acciones más variadas. Trabajos como el de Barbara Fredrickson, nos permitió conocer cómo las emociones positivas nos ayudan a establecer mejores relaciones, basadas en la cooperación, la amistad y el desarrollo exponencial de otras emociones de igual estirpe. Esto significa, que estar en contacto con personas que positivas, nos ayuda a aumentar nuestro nivel de bienestar y al mismo tiempo a aumentar el número de emociones positivas que podemos experimentar. Otra de las particularidades que tienen las emociones positivas, es que son fácilmente distinguibles entre sí y comunes a diferentes culturas. En general, hablamos de ocho emociones positivas básicas:

 

Alegría. Es una emoción grata e intensa que se manifiesta cuando nos encontramos en un ambiente agradable. Aparece normalmente en momentos en los que nos sentimos seguros, en contextos familiares o cuando sentimos que hemos alcanzado un logro personal.

 

Gratitud. Es un estado vinculado con el agradecimiento y el asombro. Es una emoción que nos permite poner en valor aquello que una persona ha hecho por nosotros o ha querido hacer, es decir, su voluntad de beneficiarnos. Esta puesta en valor incentiva a corresponder a aquel que nos ha ayudado de algún modo y al expresarse se convierte en gran fuente de emociones positivas.

 

Serenidad. Se alcanza cuando estamos en un estado de completa tranquilidad, totalmente presentes y conscientes de lo que estamos viviendo en un determinado momento.

 

Interés. Se presenta cuando algo nuevo llama nuestra atención, nos inspira y nos provoca fascinación y curiosidad.

 

Orgullo. Es una de las emociones consideradas de “autoconsciencia”. Confundida con exceso de autoestima, suele ser mal considerada. Con el equilibrio adecuado, lograremos balancear la humildad con el registro real de aquellos logros que han sido fruto de nuestro esfuerzo y merecen que nos sintamos orgullosos.

 

Inspiración. Es un estímulo espontáneo que tiene como resultado algo positivo: una canción, un cuadro artístico, una buena conversación o una buena comida.

 

Asombro. Es la sensación de estar en presencia de algo inesperado y conmovedor. El abanico de posibilidades de aparición de esta emoción es muy amplio; desde nacimientos, puestas de sol, alguna canción que nos conmueva, un encuentro inesperado, entre otros. Son momentos de magnificencia y sorpresa.

 

Amor. Es la emoción positiva más frecuente y abarca todas las anteriores. Cuando sentimos amor, nuestros cuerpos tienen una reacción biológica que incrementa nuestros niveles de oxitocina y progesterona, hormonas que aumentan nuestra sensación de bienestar.