Existe en nuestro planeta una versión particular del “País de nunca más” donde la gente no crece. En este caso en especial, estudios han demostrado que en una isla perteneciente a Japón, se acumula el mayor número de “centenarios” del mundo. Muchos de los joviales habitantes de esta isla, tienen tres cifras en sus tortas de cumpleaños y hábitos que más de un veinteañero debería imitar.

La base de los estudios que se han hecho en la isla nipona de Okinawa, buscan demostrar que no es una casualidad que haya tantos ancianos acumulados en ese lugar ¡y lo han demostrado!

Esta localidad de 1.200km2 contiene a un millón y medio de habitantes, que a su vez representan el grupo más grande de personas con más de 100 años del mundo. Estas particularidades llevaron a que entidades gubernamentales, con programas como “Centenarian Study” o periodistas independientes de revistas científicas de renombre como  “Journal of the American College of Nutrition”, se interesaran en las características propias de esta isla de inmortales.

Algunos de los datos que encontraron:

  • Los okinawenses padecen menos enfermedades crónicas.
  • La incidencia de demencia es significativamente más baja que la media mundial.
  • Tienen buena salud: peso adecuado, aspecto jovial, enérgicos.
  • Baja tasa de enfermedades cardiovasculares y cances.
  • La dieta es muy específica:
    • Base de arroz
    • Pescado
    • Mariscos
  • Poca cocción de sus comidas y poco consumo de frituras.
  • Los bocados son pequeños y la alimentación se realiza lentamente.
  • Nunca buscan quedar saciados: no buscan excederse en los alimentos, sino consumir lo necesario.
  • Consumen mucha leche, vegetales y frutas, ricas en nutrientes y carentes de calorías.
  • Realizan ejercicio diario:
    • Paseos por las costas y playas.
    • Prácticas de jardinería.
  • Hay poco consumo de alcohol y cigarrillos.
  • Poseen una genética favorable.

Más allá de todas estas características, lo que los estudios nos demuestran es que una buena alimentación, una vida en un entorno natural agradable y una costumbre diaria de ejercitación moderada son suficientes para tener una larga y buena vida. Más allá de la cantidad de años que viven estas personas, lo más importante es el modo en que lo hacen: son saludables, enérgicos ¡y además viven una eternidad!